Cristal of my Life

Carmona Skyline

Carmona fue en la antigüedad uno de los principales enclaves poblacionales del Bajo Guadalquivir. Su importancia histórica se explica por las características del medio en que se asienta. Plaza fuerte natural, la ciudad controla desde su posición estratégica las principales vías de comunicación del valle del Guadalquivir y los tres paisajes que constituyen sus fuentes de recursos: Los Alcores, La Vega y Las Terrazas.

Los Alcores son una formación terciaria de estructura triangular, que discurre en dirección noreste-suroeste entre las poblaciones de Carmona y Alcalá de Guadaíra, alcanzando en la primera de ellas su máxima elevación (257 msnm) y menor anchura (2 km) Esta formación aparece delimitada por su lado norte por los depósitos aluviales del Guadalquivir que forman las terrazas, por la llanura aluvial del Corbones, al Este, por la Vega, al Sur y por el Guadaíra, al Oeste. Las distintas capas geológicas que componen Los Alcores constituyen una importante fuente de recursos de materias primas. En la base de esta formación se encuentran margas azules y grises que se han utilizado tradicionalmente para la fabricación de adobes y en alfarería. En la superficie, afloran las calcarenitas que determinan la configuración física y estructural de esta región; son calizasfósiles muy fragmentados unidos con cemento calcáreo. La porosidad de esta roca permite la filtración de las aguas creando un manto freático importante cuya profundidad y espesor varían según la zonas. En Carmona el acuífero se encuentra entre 10 y 15 metros de profundidad y tiene un espesor inferior a los 10 metros. Las calcarenitas se han explotado siempre como canteras para materiales de construcción, tanto piedra como tierra -albero- para pavimentos.
detríticas que se presentan como un conglomerado de restos

La descomposición de las calcarenitas da suelos de escasa profundidad, fácilmente erosionables y de productividad moderada. Actualmente la vegetación espontánea - encinas, acebuches y matorrales - ha sido substituida en gran parte por cultivos de agrios, de olivar y de labor intensiva, sobre todo, pero parte del territorio está destinado también a pastizales para alimentación de la cabaña ganadera.

La Vega de Carmona es una llanura limitada por los ríos Corbones, al noreste y Guadaíra, al sudoeste, formada por suelos vérticos desarrollados sobre arcillasexplotación agrícola a que ha sido sometido este paisaje. Más del 80% de sus tierras se dedican hoy en día a cultivos de secano, sobre todo trigo y girasol. que se cuartean al resecarse en épocas áridas y se esponjan en las húmedas. El acebuche constituye la vegetación clímax, pero prácticamente ha desaparecido a causa de la intensa

Las Terrazas se escalonan a lo largo de unos 20 km entre las colinas de Los Alcores y las orillas del Guadalquivir en su confluencia con el Corbones. La capacidad agrícola de los suelos en esta región es muy baja, por lo cual resulta poco rentable su utilización para el cultivo de cereales y por ello se han dedicado principalmente a olivar, aunque aprovechando los canales de riego del Guadalquivir se dan también cultivos herbáceos.

La disponibilidad de agua, que brota en distintos puntos y de pastizales en los tres paisajes citados, hacen de Los Alcores una región con buenas condiciones para el desarrollo de la ganadería.

Junto a la abundancia de recursos naturales hay que valorar también las ventajas de la situación de la ciudad en relación con las vías de comunicación del valle. El Guadalquivir vertebra sin duda todo el territorio. Discurre hoy a unos 15 km al noreste de Carmona; en la antigüedad distintos caminos facilitaban la relación entre la ciudad y el río. Algunos investigadores aceptan que el Corbones, que fluye por la Vega al Este de la población, podría remontarse desde su confluenciaánfora del Testaccio, se ha localizado normalmente en Guadajoz, a 14 km de Carmona, pero podría estar emplazado sobre el Corbones. con el Guadalquivir hasta el lugar conocido como Villar Tesoro, y posiblemente, hasta muy cerca de Carmona. El Port (us) Carmo (nensis), documentado en un

Además, la población se levanta junto a la principal vía de comunicación interior de la región, que discurre entre Cádiz y Cástulo, sin duda un camino cuyo origen remonta, al menos, a principios del I Milenio a.C., cuando se configura la que con el tiempo se consolida como red viaria básica de la región. La Vía Augusta sigue el trazado de este camino antiguo que en parte se perpetúa hasta hoy en algunos tramos de la Nacional IV. En época romana la vía entraba en Carmona por el camino del Quemadero - hoy Calle de Jorge Bonsor -, salvando en línea recta el reborde del Alcor. Atravesaba el cementerio y el arrabal y entraba en la ciudad por la Puerta de Sevilla hasta la de Córdoba, por donde volvía a salir en dirección a Écija. Antes de cruzar el Genil, este camino confluía con los que, arrancando desde el Estrecho y Malaca, llevaban igualmente a la capital cordobesa, pero a la vez, comunicaban con Hispalis a través de la campiña y con Los Alcores por un camino que sigue el curso del Corbones desde su cabecera. Caminos secundarios facilitaban la comunicación de Carmona con las poblaciones situadas al otro lado del Guadalquivir y con los restantes asentamientos de Los Alcores.

Carmona se erige en el extremo nororiental de los Alcores, donde éstos tienen su máxima altura. Se localiza sobre una meseta polilobulada delimitada al Este, Norte y Sur por un corte abrupto con valores de pendiente que oscilan entre el 50% y la vertical, mientras que por el lado occidental la pendiente es más suave y, por tanto, es el lugar más vulnerable del yacimiento. Al interior, la meseta asciende suavemente en sentido oeste-este, partiendo de 218 msnm en la Puerta de Sevilla y culminando en el Alcázar de Arriba a 257 msnm.

La superficie del casco histórico presenta un relieve condicionado por cinco elevaciones, cuyas confluencias de vertientes marcan los pasos practicables para el acceso de la ciudad, y dos profundas vaguadas que han ejercido históricamente el papel de colectores de la meseta.

La elevación más alta se corresponde con la ubicación del Alcázar del rey D. Pedro, situada al Este de la ciudad y que alcanza una cota máxima de 257 msnm. Al noreste y a modo de espolón aislado se erige una meseta que en tiempos estuvo ocupada por el Alcázar de la Reina y que culmina a 233 msnm. Estas dos elevaciones enmarcan un estrecho paso defendido por la Puerta de Córdoba.

Al sudeste de la ciudad se alza el Mirador a 246 msnm. Su vertiente oriental confluye con la del Alcázar de Arriba en el lugar donde se situaba la Puerta de Marchena, mientras que a occidente delimitaba junto al Picacho el acceso de San Mateo.

El Picacho, al Sur, es la segunda elevación de la meseta con valores que alcanzan los 247 msnm. Su forma triangular está delimitada en sus costados por cortes verticales mientras su vertiente interior desciende suavemente hasta desaguar en San Bartolomé, formando así, junto a la elevación de Torre del Oro, la depresión en la que se sitúa el complejo defensivo del Alcázar y Puerta de Sevilla.

La última de las colinas se localiza en el lado oeste y tiene su cumbre en la confluencia de las calles Torre del Oro y José Arpa con 239 msnm.

Las vertientes interiores de estas elevaciones determinan la existencia de dos vaguadas que drenan la meseta. Una que vierte al Norte, el Albollón, y la otra, San Bartolomé, que lo hace al Suroeste. Ambas forman la depresión por la que actualmente discurre el eje vertebrador de la ciudad histórica entre la Puerta de Sevilla y la de Córdoba.

Las características generales de la topografía actual del yacimiento nos van a servir de partida para la reconstrucción de la configuración física originaria y su evolución, basándonos en los datos obtenidos en las intervenciones arqueológicas. Las principales transformaciones, junto al aumento de cotas más o menos intenso debido a la generación de depósitos por las actividades humanas de habitación, se pueden concretar en la colmatación intencionada de las depresiones internas de la meseta. Así hoy sabemos que las depresiones del Albollón y la de San Bartolomé estaban prácticamente unidas, con la divisoria de aguas a mediados de la calle Prim, y separaban el yacimiento en dos zonas. Su colmatación se hace evidente a partir del siglo I d.C. en la que ambas se habían convertido en vertederos programados. La otra área de actuación se centró en las dos depresiones que, actualmente colmatadas, delimitan el flanco occidental del casco histórico, y que originariamente tenían pendientes más acusadas. Esta colmatación estaba evidentemente planificada para facilitar el acceso por la Puerta de Sevilla una vez que las razones defensivas habían perdido peso, por lo que debió iniciarse ya en época moderna.

Junto al fenómeno debido a la mano del hombre que provoca la suavización del relieve interno de la meseta y al deseo de ganar terreno colmatando las vaguadas, hay que tener presente el proceso de signo contrario que afecta al perímetro de la ciudad. El perfil abrupto que la meseta presenta en su contorno, junto a las propiedades mecánicas del substrato geológico han provocado una continua erosión y desprendimientos que han ido restando superficie al yacimiento, lo que se traduce además en una pérdida de información arqueológica. La intensidad de este fenómeno es difícil de cuantificar, aunque puede servirnos de indicador el hecho de que gran parte de la cerca defensivamedieval y la práctica totalidad de la romana hayan desaparecido.

La Mafia

Italian Restaurant, Seville

A phantom Railways Halt

Abandoned Ave Railways halt at Expo 92, Sevilla

Day Out


Visiting the Tomb of Christopher Columbus, Cathedral of Seville. The four kings bearing his tomb represent the four kingdoms of Spain: Castile, Leon, Aragon, and Navarre.

Corner View


Beauty concept

Waiting at the Raylways Station


Desde la otra orilla


Surprise, It´s a source


Tic Tac, Tic Tac,.. time passing quick!!!


Pedraza


Pedraza es una localidad y municipio de la provincia de Segovia (España), situado a 37 km al nordeste de Segovia capital y con una población residente de 484 personas (INE 2008). Se trata de una villa medieval amurallada, cuya cuidada rehabilitación motivó su declaración como Conjunto Monumental en 1951. Resulta de especial interés visitar la antigua cárcel, hoy convertida en museo.

De Pedraza eran varios conquistadores que fundaron las ciudades de Pedraza y Pedraza La Nueva (1591) en el estado venezolano de Barinas. La ciudad de Nuestra Señora de Pedraza fue fundada por Gonzalo Piña Ludueña, natural de Gibraltar, en 1592, en honor del Dr. Antonio González, gobernador del Nuevo Reino de Granada, quien era natural de la villa segoviana de Pedraza. Los comienzos de esta ciudad fueron bastante duros y fue destruida en varias ocasiones por los indios jirajaras, hasta el punto de que terminaron fundando otra ciudad unos años después más hacia el este, con el mismo nombre de Pedraza. Sin embargo, como la antigua población continuó a pesar de todo en la ubicación original, comenzaron a diferenciarse con los nombres de Pedraza y Pedraza La Nueva, esta última con el nombre actual de Ciudad Bolivia, de más de 20.000 habitantes, capital del municipio Pedraza. Un buen ejemplo de lo que significó la obra española en América con la emigración (que ocasionó la despoblación de muchas regiones españolas) y la colonización y fundación de 40.000 ciudades en el Nuevo Mundo.

Puerta de la villa
La puerta de la villa es el único acceso a Pedraza, y por tanto es utilizada como entrada y como salida única del pueblo. Sus orígenes se remontan al siglo XI aunque es muy probable su existencia ya en el siglo VIII. La puerta fue reconstruida en el siglo XVI siendo señor de Pedraza Iñigo Fernández de Velasco, cuyo escudo preside la entrada. Los portones son de madera de alamo negro y durante varios siglos eran cerrados durante la noche impidiendo la entrada o salida de cualquier persona salvo emergencia, en tal caso era el carcelero el responsable de abrir la puerta
Castillo

Vista del Castillo desde la población.El castillo de Pedraza es una fortaleza construida en el siglo XIII que se reedificó en el siglo XV. En el siglo XVI los Duques de Frías, Condestables de Castilla, reformaron el castillo de nuevo. El castillo cuenta con una imponente torre del homenaje, foso, y está rodeado en la mayoría de su perimetro por un acantilado. En esta fortaleza estuvieron prisioneros los hijos de Francisco I de Francia entre 1525 y 1529.

En 1926, el pintor Ignacio Zuloaga adquirió el castillo y lo restauró severamente, instalando allí un taller. Los herederos del pintor convirtieron una de las torres en el Museo Zuloaga donde se expone una parte de la obra del artista.

Iglesia de San Juan
Cárcel de la villa, situada junto a la única puerta de acceso a la localidad.
Plaza porticada muy particular

La localidad recibe muchas visitas en busca de su afamado cordero asado. Cuenta con numerosos restaurantes que ofrecen además la variedad de platos típicos segovianos, como judiones, cochinillo asado, ponche segoviano.

Candido


El mejor Cochinillo de Segovia, en el Mesón de Candido.
(Segovia, 2006)

Winter Beach

La Mallorquina de la Puerta del Sol


La Mallorquina es una pastelería-cafetería ubicada en el centro de Madrid, en plena Puerta del Sol. Es famosa la pastelería por ofrecer bollería típica de Madrid desde 1894. Sus inicios como tienda y café de tertulia devinieron con el tiempo en cafetería y salón de té con tienda de pastelería. Su posición en la plaza (en una de sus esquinas occidentales al comienzo de la calle Mayor) hace que sea un punto de paso estratégico. En la actualidad sus tres escaparates muestran las variedades reposteras de la culinaria madrileña.

A mediados del siglo XIX (justo antes de la gran reforma de la Puerta del Sol) ya existía en el local que ocupa hoy la pastelería un café y salón de té propiedad de Garin. La Mallorquina existía en la calle jacometrezo (número cuatro), muy cercana a la Red de San Luis. La empresa estaba formada inicialmente por los empresarios Balaguer, Coll y Ripoll tomaron las riendas del negocio de Garín. Tras la Gran reforma de la Puerta del Sol la tienda se traslada de Jacometrezo a la Calle Mayor.
Su inauguración en la calle Mayor se realiza en 1894. El nombre del establecimiento proviene del origen balear del fundador: Juan Ripoll. Allí puso una tienda de pasteles (principalmente ensaimadas), fiambres y botellas con un salón interior para que los contertulios tomaran chocolate, café, cerveza, etc. Las ensaimadas mallorquinas fueron muy populares en aquella época, tomadas con chocolate. Sus camareros iban vestidos de frac y hablaban frances. Los helados no se servían en copa como era corriente, sino en platillos de cristal con forma de concha con un bollito mallorquín. Balaguer, Coll y Ripoll trajeron a la cocina madrileña dos productos mallorquines como eran la sobrasada y la ensaimada. En la tienda se podían adquirir estos productos junto con el jamón dulce y el huevo hilado.

A comienzos de siglo acudían a los salones de la Malloquina las familias más ilustres de la época.
En la Mallorquina tomaban a menudo sus refrigerios vespertinos persoanajes como Francisco Silvela y Raimundo Fernández Villaverde. Con el tiempo los salones se hicieron populares y las elegancias de los inicios se acabaron convirtiendo en la asistencia de transeúntes de la calle. Las tertulias pronto acudirían a los salones de La Mallorquina, una de las tertulias más importantes y aficionada a departir de libros, ediciones raras, objetos de arte, etc. Sus componentes eran: don Adolfo Bonilla y San Martín, don Aureliano de Beruete y Moret, Julio Puyol y Alonso y Elías Tormo. Todos ellos acudían de noche, en horas tranquilas y escribían sus bromas literarias bajo la firma colectiva: El Bachiller Alonso de San Martín. Gracias a la presencia de estas tertulias literarias la Mallorquina era un centro de cultura, un cenáculo, una academia en los primeros años del siglo XX antes de la guerra civil.
La familia de Ripoll finalmente vendió el negocio de la tienda durante la guerra civil a sus actuales propietarios. A comienzos de siglo trabajó en sus cocinas como confitero aragonés Teodoro Bardají Mas durante casi tres años

El establecimiento posee dos entradas desde la calle: Puerta del Sol, nº 8 (frente a la boca de metro) y otra a la Calle Mayor, nº2. Posee dos plantas, en la inferior se puede comprar diversos bollos y pasteles típicos de la cocina madrileña así como caramelos y dulces diversos: entre ellos las famosas violetas. En un lateral existe una cafetería en la que se sirven cafés, chocolate con churros, sándwich mixtos, etc. en la parte superior existe un salón desde donde puede divisarse toda la Puerta del Sol. En 1889 la revista «El diario del gourmet» recorre los establecimientos madrileños y va enumerando las especialidades remarcables de cada sitio, al llegar a la Mallorquina menciona los helados.

Biscuits


La Cure Gourmande

Lighthouse 12

Faro de Cabo de Roche, Cadiz

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La Barrosa Beach (Cadiz)

Epifanía del Señor

Puerta de San Miguel (Catedral de Sevilla)

Last days of Christmas

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