Cristal of my Life

Paseando entre Murallas



En el siglo X, probablemente hacia el año 908, el rey navarro Sancho Abarca, levanta un castillo al norte del cerro que domina toda la comarca de lo que hoy es la Rioja Alavesa; su finalidad era la guarda y defensa de Navarra, acosada a veces por moros y castellanos.

Nace así Laguardia con una fuerte función militar, respondiendo al talante guerrero de su fundador y a su peculiar misión defensiva que los reyes le asignaron y que ha determinado su carácter e historia.

El castillo de Laguardia sobre el que han escrito muchos autores, fue por su situación fronteriza uno de los principales del Reino de Navarra en los siglos XIII al XV; se mantuvo en pie hasta 1875, en que fue derrumbado para llevar a cabo pretendidas mejoras urbanas.

Este castillo que debió ser uno de los más bellos de la zona, fue en muchas ocasiones residencia de los Reyes de Navarra. Al parecer, dentro de sus muros vio la luz Doña Blanca de Navarra, y en su castillo contrajo matrimonio en 1150 con Don Sancho 'El Deseado' de Castilla.

En el año 1164, Sancho VI, hermano de Doña Blanca, otorga el Fuero de Población a Laguardia, y la eleva al rango de villa, haciendo a sus habitantes hombres francos y libres concediéndoles diversos privilegios:

- Libertad de mercado

- Exención de impuestos

- Prohibición de 'Juicios de Dios'

Estos privilegios eran universales para todos sus habitantes, y se extendían a las aldeas que estaban bajo su jurisdicción.

La concesión de este fuero supuso un gran aumento de la población, ya que atraídos por los privilegios concedidos a los moradores de la villa, comerciantes, artesanos... se concentran en el cerro al amparo del castillo militar, construyen viviendas y amplían la villa, los campos se ponen en cultivo, nacen nuevas aldeas a su alrededor y las antiguas se repueblan.

Sancho VII 'el Fuerte' (1194-1234) se propone fortificar no sólo el castillo, sino la villa entera, convirtiéndola en plaza fuerte y baluarte inexpugnable. Esta fortificación debió comprender todas las murallas que, partiendo del castillo de D. Sancho Abarca, circundaban toda la villa.

Elevados y fuertes, de trecho en trecho, a distancia proporcionada, se alzaban unos torreones cuadrangulares salientes del muro, adornados con almenas y saeteras.

Laguardia queda marcada por su función castrense, de tal manera que su casco urbano se compone de tres calles longitudinales que a su vez se encuentran cruzadas por tres cantones. Existen otras dos calles menores paralelas a las principales,una calleja transversal que une las calles Mayor y Páganos, y una plaza rectangular en el centro.Todo ello delimitado por el recinto amurallado

Esta muralla, tenía comunicación con el exterior a través de cuatro puertas.

  • Una al oeste; la Puerta de Páganos.
  • Al sur; Mercadal.
  • Al sureste; la Puerta de San Juan.
  • Nordeste; Santa Engracia.
  • La Puerta de Carnicerías, al este, se abrió en el siglo XV.

Debido al papel defensivo y al carácter militar de la villa, que por su situación se veía envuelta muy a menudo en contiendas de diferentes reinos, los habitantes de Laguardia se dividían en organizaciones barriales de carácter cívico-militar. A ellos correspondía la defensa de las murallas que rodeaban la villa.

En un principio hubo cuatro, cada una de ellas estaba bajo la advocación de un santo.

  • Santa Engracia; defendía la zona de muralla comprendida entre esta puerta y la de San Juan.
  • San Juan; desde el Mercadal hasta San Juan.
  • San Nicolás; Desde la puerta de mercadal hasta la puerta de Páganos.
  • San Antonio; desde la puerta de Páganos hasta la de Santa Engracia.

Hoy en día queda aún en Laguardia, como recuerdo de aquellas vecindades, la presencia de hornacinas que contienen imágenes de Santos, en las puertas de acceso a la villa.

Posteriormente aumentaron las vecindades, y cada una quiso tener su propia imágen. Por ello también encontramos estas hornacinas con sus correspondientes Santos en algunas de las calles del interior.

De las antiguas imágenes sólamente se conserva la de San Antonio Abad, recientemente restaurada y perteneciente al siglo XIII

(Laguardia, Álava)